A la hora de limpiar la tapicería del coche conviene tener claros dos aspectos clave: el tipo de mancha y el tipo de producto con el que vamos a eliminarla.

En el mercado hay docenas de productos que aseguran ser los mejores (no falla) para limpiar los asientos del automóvil. Muchos de ellos son específicos para ciertos tipos de manchas. Puedes encontrarlos en los estantes de las gasolineras, tiendas especializadas en la reparación de vehículos y hasta en la sección del automóvil de cualquier gran superficie. De entre toda la oferta existente, hay dos tipos de porductos realemnte interesantes:

  • Espuma seca: Funciona como los quitamanchas de la ropa. Hay que aplicarla, dejar secar y retirarla después con un trapo seco. Funciona de maravilla con algunas manchas húmedas.
  • Cremas nutritivas: Especiales para tapicerías de cuero, conviene aplicarla cada cierto tiempo, sobre todo si el coche pasa largos periodos al sol. Las manchas en este tipo de tapicerías requieren productos especiales que suelen ser caros pero que conviene comprar para evitar dañar el cuero.

La limpieza más barata

Hay otro tipo de soluciones más económicas, pero hay que realizar la limpieza con cuidado para evitar dañar los tejidos. Lo mejor es retirar rápidamente cualquier mancha que caiga sobre ellos. Por eso no está de más llevar en el coche un rollo de papel absorvente, toallitas o una esponja, además de jabón líquido. Así se evita que se sequen las manchas, pues cuando eso ocurre será más difícil eliminarlas.

¿Y después qué? En función del tipo de mancha, debes actuar de un modo u otro. Deja que los líquidos que utilices están un poco encima de la mancha para que actúen y luego seca suavemente con un trapo seco (no frotes). Estas son algunas de las manchas en la tapicería más comunes:

  • Barro: Utiliza primero un cepillo seco para retirar lo más gordo. Pasado un tiempo, vuelve a limpiar la zona con el cepillo humedecido en agua.
  • Chicle: Debes endurecerlo primero con un hielo y, con cuidado, retirarlo después con una espátula.
  • Café o té: Utiliza agua fría y limpiador para cristales para acabar con esas manchas bastante habituales.
  • Chocolate: No son difíciles de eliminar utilizando jabón líquido y un trapo húmedo. Hay quien utilzia jabón en seco, frota y espera un rato antes de frotar de nuevo.
  • Grasa o aceite: Mezcla agua con un poco de desengrasante y prueba. SOn las manchas más rebeldes, de ahí que haya quien utilice para ellas glicerina diluida.
  • Maquillaje: Se pueden limpiar con alcohol, que funciona, pero con el detergente para la lavadora para prendas delicadas suele ser suficiente. Hay quien emplea un líquido desmaquillador. Si lo utilizas, ve poco a poco ya que puede reaccionar y dañar la tapicería.
  • Sangre: Suele eliminarse con espuma seca mezclada con agua salada o con un detergente suave. Si la mancha está seca, añade un poco de glicerina.
  • Tinta: Combina alcohol y agua a partes iguales en un recipiente y aplicaremos sobre la mancha.
  • Vómito: Emplea jabón y agua lo antes posible para retirar la mancha y frota. Si ves que dañas la tapicería al frotar o el desagradable olor no se va, acude con tu coche a un sitio especializado en la limpieza de interiores, pues no siempre se elimina totalmente.

Si aún quedan restos de manchas después de realizar la limpieza en el punto concreto, conviene que vuelvas a limpiarla empleando esta vez una espuma seca para tapicerías. Aplícala por toda la tapicería y déjala actuar unos 10 minutos antes de retirarla.

Fuente: autopartshuelva.es